LA OPINION DE GOSSEN
lunes, mayo 30, 2005
Glosas musicales
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Llamó mi atención la enciclopedia COLOMBIA VIVA, dedicada a nuestra música. Leyéndolo un poco a vuelo de pájaro me encontré con algunas afirmaciones e informaciones que por parecerme un tanto curiosas y sorpresivas me voy a permitir comentar:
1 – Definitivamente no sabía que en nuestro pais existiese un compatriota llamado VICTOR PIÑERO, barranquillero para mas señas y que además “se hizo famoso por sus grabaciones con la Sonora Matancera” (supongo se refieren a la legendaria agrupación cubana) . Mucho le agradecería al redactor me informara donde conseguir una cualquiera de esas grabaciones pues las considero de extraordinario interés dada mi crónica “matanceromanía”.(Pág. 279).
2 – Tampoco sabía que la Salsa (ese ritmo que se auto-escrituraron las gentes de Cali, tal vez para reafirmar aún más su condición de individuos ilusoriamente caribes) para entrar por Barranquilla necesitó hacerlo en los “barcos mercantes que arribaban al gran puerto”, creía que la radio, inventada cien años antes de la difusión de dicho ritmo desde Nueva York, hubiese sido un vehículo mas idóneo y sobretodo más lógico. (Pag. 275)
3- Desearía también me explicaran que es eso que graciosamente llaman “Género Tropical”que además tiene un subgrupo “conocido como bailable”.¿ Será que la música de estos “tropicos” no es toda bailable? ¿En este caso, que debemos entender por trópico?.(Pag. 274)
4 - Habla también el redactor, algo pomposamente, de la “Zona Insular”. ¿No hubiera sido menos tonto y más exacto decir las islas de San Andrés y Providencia? Allí, en esa “Zona”, al parecer, según el texto, existe “una supervivencia europea
Europeos bonaerenses
Hace algún tiempo conversaba con un amigo argentino sobre las bondades y meritos de nuestras ciudades tercermundistas, de repente, con entonación sentenciosa, mi interlocutor me espetó: “Buenos Aires es el único pedazo de Europa situado en un lugar geográficamente equivocado” Tan singular afirmación hirió mi chauvinismo latino-colombiano y apelando a mis pocos conocimientos histórico-geográficos traté de demostrarle que no solo Buenos Aires podía ostentar semejante “pedigree” urbano: le recordé que ya a finales del siglo IXX un compatriota suyo había bautizado Bogotá como “La Atenas Suramericana”(Aquí, sotto voce: nunca se ha sabido por qué y muchos sospechan de la veracidad de la frase) y que más tarde los propios bogotanos, quizá por la bruma andina que envolvía la ciudad, que a lo mejor recordaba la niebla londinense, se consideraban ingleses y hasta se comportaban y posaban como tales: únicamente se usaban paraguas de marca inglesa, se estilaba el Tea five o´clock, se podía ver paseando su elegancia por la séptima a más de un “Brummell” de rostro mestizo, existía un Gun Club, se jugaba Polo...., pero todo fue inútil , su empecinamiento era el de los europeos nacidos en Buenos Aires. Su “city” era la única de corte europeo.Hoy gracias a una lectura en ese periódico me encuentro con que el amigo no andaba tan descaminado, en efecto, en la página 1-14 del jueves 5 de octubre de 2000, hay una nota dedicada al presidente vitalicio de Fasecolda, William Fadul, que en su penúltimo párrafo, dice: “El navegador de recuerdos, algo así como la historia de un momposino que se va a EUROPA a rescatar el nombre de la familia dentro de la Aristocracia de Paris y BUENOS AIRES”. Mas claro, imposible. Se confirma entonces que Buenos Aires es una ciudad europea, lo corrobora El Tiempo. Ahora lo único que hago es rezar para que mi amigo no lea la misma nota. Menos mal creo que anda por la Paris del Sur.
VIVIR PARA COMER.....Por Kendon MacDonald
VIVIR PARA COMER
El rey del sol en Barranquilla
Confieso que soy un fan del Rey Sol (Luis XIV de Francia). Cuando dijo: "L’etat c’est moi" ("¡El Estado soy yo!"), llevó la arrogancia de los franceses a nuevas alturas.
Estando en Barranquilla para asesorar el nuevo menú del Country Club, mis anfitriones lograron una reserva en Steakhouse Chez Ernst, algo que no había sido posible en viajes anteriores.
Según mis amigos, es el mejor restaurante de la Costa. Pero el dueño francés sólo abre de lunes a viernes al mediodía. ¡Además, solo hay ocho mesas! El rey sol de los restauranteros se da el lujo de decir a sus clientes: ‘¡Abro cuando me da la gana!’.
La corte del rey sol se compone de tres niñas que llevan la elegancia de un baile de etiqueta a nuevos límites. Da gusto verlas trabajar. ¿Habrá un servicio más elegante en otro restaurante del país?
La carta es breve. ¡Sus precios son tan altos que quebrarían a una familia de sangre azul! Menos mal que la carta de vinos es extensa y económica, para compensar un poquito. Escogí Marqués de Murrieta, uno de mis vinos favoritos.
Arrancamos con hor’s d’ouvres. La presentación era perfecta: clásica, sin nada de la pretensión de los últimos años. Se nota que la aprendió de Luis XIII, su papá, ¡que fundó el restaurante en 1960! Había corazones de alcachofas en mayonesa, palmitos frescos cocinados –¡un delirio!–, espárragos blancos. Los jamones y patés salieron de La Parissienne, que tiene que ser la mejor carnicería del país. La dueña atiende ataviada con "un pequeño vestido de Channel". ¡Francesa tenía que ser! Con los langostinos en salsa coctel, ya mis jugos gástricos estaban pidiendo el plato principal con urgencia.
Hice algo que nunca hago en un restaurante: pedir un steak pimienta, pues el mío, versión casera, ¡es el mejor! Los cuatro pedimos lo mismo, en término azul. El mío llego un poco pasado de punto; los otros tres estaban perfectos. La porción de lomo ¡parecía una torre del Palacio de Versalles! Tenía una cantidad de pimienta impresionante, pero no picaba. ¿La habrán hervido? La presentación era espectacular. Alrededor de la carne habían salsa hecha con fondo d e carne y pimentón en polvo, y mantequilla derretida.
Las papas a la francesa me decepcionaron: blancas, blancas, blancas, como un invierno ártico. Los dueños deben pasar por el Country Club, donde las hacen perfectas.
Mi anfitrión tenía que sacarse un clavo y pidió dos creme brulé. El del Steakhouse hizo "crack" cuando rompí el caramelo. La salsa inglesa de debajo no había cuajado suficientemente.
Sin duda, Steakhouse es uno de los mejores restaurantes del país. ¡Que viva el rey, pero que aprenda a hacer pommes frites!
KENDON MACDONALD SMITHvivirparacomer@eltiempo.com.co
domingo, mayo 29, 2005
Sobre los Amador
LOS AMADOR
Autores: Adolfo Meisel Roca y Maria Aguilera Diaz
La Cartagena que emerge a través del censo de 1777 es una urbe de gran vitalidad demográfica, económica y social. No era, pues, la adormecida y decadente ciudad en que se convirtió 60 ó 70 años después. Sus habitantes del último cuarto del siglo XVIII no podían prever las circunstancias dramáticas en que se verían envueltos 34 años después, a raíz de la declaratoria de independencia absoluta que de España hicieron el 11 de noviembre de 1811.
Para ilustrar cómo sufrieron los cartageneros en el holocausto de la independencia, vale la pena recorrer la ciudad en 1777 entrando por su puerta principal, atravesando la Plaza de la Yerba, hoy de los Coches, para doblar a mano derecha hacia la calle de Nuestra Señora de las Carretas, hasta llegar a la casa alta número 16. Allí vivía el comerciante Esteban Baltazar de Amador, de 42 años, natural de Cádiz, con su esposa Josefa Rodríguez, de 28 años, oriunda de Cartagena, y sus seis hijos: Diego (9 años), María (8 años), Manuel (6 años), Juan (4 años), Manuela (3 años) y Esteban (1 año). Además, vivían con ellos 12 esclavos: María Dolores (40 años), Pedro José (38 años), María del Rosario (43 años), Bernabé (29 años), Joseph (28 años), Francisco (30 años), María Josefa (22 años), Cayetana (35 años), Leocaria (16 años), Marcelo (13 años), Joseph (3 años) y Gregorio (3 años).
Martín José Amador (1778), fusilado en 1816 por ser patriota (Busto en su homenaje, en la ciudad de Cartagena.)
Esteban Baltazar de Amador era uno de los principales comerciantes radicados en Cartagena 65. Desde 1793, cuando se fundó el Consulado de Comercio, se vinculó activamente al proyecto. En los salones de su casa de la calle de las Carretas se debieron de oír más de una vez animadas discusiones sobre cómo hacer para sacar de su letargo económico a esta zona del virreinato, especialmente si coincidían sus yernos, los también comerciantes vinculados al Consulado, José Ignacio de Pombo, casado con María Josefa, y José de Arrázola y Ugarte, casado con Manuela. Aunque José Ignacio de Pombo era oriundo de Popayán, se estableció en Cartagena, donde llegó a ser uno de los comerciantes más prósperos en el comercio de ultramar. Fue tal vez el analista económico más importante de la Nueva Granada a comienzos del siglo XIX 66. Como prior del Consulado de Cartagena promovió múltiples proyectos, como la imprenta, una escuela técnica y un jardín botánico 67.
En el consulado, Pombo contaba con el apoyo de su suegro, Esteban Baltazar de Amador, su sobrino Manuel de Pombo, quien fue tesorero de la institución entre 1798 y 1804, y su concuñado José de Arrázola y Ugarte, quien hacia 1797 desempeñaba el cargo de contador del Consulado 68.
Oficio dirigido al señor comandante general de la Marina, por el señor Juan de Dios Amador, Cartagena 1835.
Todo ese mismo grupo familiar de los Amador también fue muy influyente durante los sucesos que llevaron a la independencia de Cartagena. Juan de Dios Amador firmó el Acta de Independencia de Cartagena del 11 de noviembre de 1811.
En 1815 a Martín José Amador se le encomendó la misión de reclutar soldados y conseguir provisiones en las sabanas de Corozal para la defensa de Cartagena y allí cayó preso de los españoles. Fue conducido a la hacienda Torrecilla, cerca de Turbaco, lugar donde Murillo tenía su cuartel. Éste último rechazó el ofrecimiento del gobernador de la plaza, Juan de Dios Amador, para canjear al mariscal Hore y otros oficiales y soldados españoles por su hermano Martín José y otros patriotas presos en Torrecilla 69.
José Arrázola y Ugarte fue otro de los allegados a la familia Amador que se vinculó a la causa patriota. En 1812 desempeñó el cargo de secretario de guerra del Estado de Cartagena 70. Además, el 14 de junio de 1812 firmó la Constitución política del Estado de Cartagena, como también lo hizo Juan de Dios Amador. Fue por iniciativa de este último que se incluyó a su cuñado José Ignacio de Pombo en la Convención Constituyente de 1812 71.
La independencia arruinó a la familia Amador y a sus allegados. A Martín José, quien no aparece en el censo de 1777, pues nació al año siguiente, lo mandó a fusilar Pablo Morillo el 24 de febrero de 1816 en Cartagena. A Juan de Dios, quien en 1777 tenía cuatro años, le tocó enfrentar como gobernador de la provincia el terrible sitio impuesto por los españoles, quienes durante 114 días cercaron la ciudad por tierra y mar hasta llevar a la tumba a una tercera parte de su población 72.
Fue precisamente el gobernador Juan de Dios Amador quien en abril de 1815 le contestó al realista Montalvo, cuando le ofreció apoyo para la lucha que la facción de Amador libraba contra el general Bolívar 73: "No necesitamos de la protección que usted nos ofrece en sus oficios de 29 de marzo y 13 de la fecha, para terminar nuestras diferencias con el general Bolívar; ni cuando la necesitásemos la aceptaríamos jamás. Sucumbiremos mil veces en la querella, más antes que deber a su concurrencia un triunfo que nos cubriría de oprobio y que habría de ser pagado con nuestra libertad". Y sucumbieron.
En la noche del 5 de diciembre de 1813, cerca de 2.000 patriotas evacuaron la ciudad por mar en una improvisada flotilla de buques corsarios 74. Juan de Dios, su hermana Rita, su hermano Antonio Carlos y los hijos de este último, Sebastián, Juan de la Cruz, Ana y Juana Manuela, se embarcaron en una goleta que los abandonó en la isla de Providencia, no sin que antes el capitán les robara todas sus pertenencias 75. En esa misma embarcación iban José Arrázola y Ugarte y su hijo, el teniente de infantería José Manuel Arrázola Amador.
Corrieron mejor suerte que su prima hermana Ana Pombo Amador, hija del comerciante José Ignacio de Pombo, quien murió de inanición en la costa de Panamá, donde encalló la goleta en que huían 76. Muertos, arruinados, derrotados, dispersos... así se encontraban los hijos de Cartagena tras el holocausto de 1815-1816. Y los Amador no fueron la excepción.
Para ilustrar cómo sufrieron los cartageneros en el holocausto de la independencia, vale la pena recorrer la ciudad en 1777 entrando por su puerta principal, atravesando la Plaza de la Yerba, hoy de los Coches, para doblar a mano derecha hacia la calle de Nuestra Señora de las Carretas, hasta llegar a la casa alta número 16. Allí vivía el comerciante Esteban Baltazar de Amador, de 42 años, natural de Cádiz, con su esposa Josefa Rodríguez, de 28 años, oriunda de Cartagena, y sus seis hijos: Diego (9 años), María (8 años), Manuel (6 años), Juan (4 años), Manuela (3 años) y Esteban (1 año). Además, vivían con ellos 12 esclavos: María Dolores (40 años), Pedro José (38 años), María del Rosario (43 años), Bernabé (29 años), Joseph (28 años), Francisco (30 años), María Josefa (22 años), Cayetana (35 años), Leocaria (16 años), Marcelo (13 años), Joseph (3 años) y Gregorio (3 años).
Martín José Amador (1778), fusilado en 1816 por ser patriota (Busto en su homenaje, en la ciudad de Cartagena.)
Esteban Baltazar de Amador era uno de los principales comerciantes radicados en Cartagena 65. Desde 1793, cuando se fundó el Consulado de Comercio, se vinculó activamente al proyecto. En los salones de su casa de la calle de las Carretas se debieron de oír más de una vez animadas discusiones sobre cómo hacer para sacar de su letargo económico a esta zona del virreinato, especialmente si coincidían sus yernos, los también comerciantes vinculados al Consulado, José Ignacio de Pombo, casado con María Josefa, y José de Arrázola y Ugarte, casado con Manuela. Aunque José Ignacio de Pombo era oriundo de Popayán, se estableció en Cartagena, donde llegó a ser uno de los comerciantes más prósperos en el comercio de ultramar. Fue tal vez el analista económico más importante de la Nueva Granada a comienzos del siglo XIX 66. Como prior del Consulado de Cartagena promovió múltiples proyectos, como la imprenta, una escuela técnica y un jardín botánico 67.
En el consulado, Pombo contaba con el apoyo de su suegro, Esteban Baltazar de Amador, su sobrino Manuel de Pombo, quien fue tesorero de la institución entre 1798 y 1804, y su concuñado José de Arrázola y Ugarte, quien hacia 1797 desempeñaba el cargo de contador del Consulado 68.
Oficio dirigido al señor comandante general de la Marina, por el señor Juan de Dios Amador, Cartagena 1835.
Todo ese mismo grupo familiar de los Amador también fue muy influyente durante los sucesos que llevaron a la independencia de Cartagena. Juan de Dios Amador firmó el Acta de Independencia de Cartagena del 11 de noviembre de 1811.
En 1815 a Martín José Amador se le encomendó la misión de reclutar soldados y conseguir provisiones en las sabanas de Corozal para la defensa de Cartagena y allí cayó preso de los españoles. Fue conducido a la hacienda Torrecilla, cerca de Turbaco, lugar donde Murillo tenía su cuartel. Éste último rechazó el ofrecimiento del gobernador de la plaza, Juan de Dios Amador, para canjear al mariscal Hore y otros oficiales y soldados españoles por su hermano Martín José y otros patriotas presos en Torrecilla 69.
José Arrázola y Ugarte fue otro de los allegados a la familia Amador que se vinculó a la causa patriota. En 1812 desempeñó el cargo de secretario de guerra del Estado de Cartagena 70. Además, el 14 de junio de 1812 firmó la Constitución política del Estado de Cartagena, como también lo hizo Juan de Dios Amador. Fue por iniciativa de este último que se incluyó a su cuñado José Ignacio de Pombo en la Convención Constituyente de 1812 71.
La independencia arruinó a la familia Amador y a sus allegados. A Martín José, quien no aparece en el censo de 1777, pues nació al año siguiente, lo mandó a fusilar Pablo Morillo el 24 de febrero de 1816 en Cartagena. A Juan de Dios, quien en 1777 tenía cuatro años, le tocó enfrentar como gobernador de la provincia el terrible sitio impuesto por los españoles, quienes durante 114 días cercaron la ciudad por tierra y mar hasta llevar a la tumba a una tercera parte de su población 72.
Fue precisamente el gobernador Juan de Dios Amador quien en abril de 1815 le contestó al realista Montalvo, cuando le ofreció apoyo para la lucha que la facción de Amador libraba contra el general Bolívar 73: "No necesitamos de la protección que usted nos ofrece en sus oficios de 29 de marzo y 13 de la fecha, para terminar nuestras diferencias con el general Bolívar; ni cuando la necesitásemos la aceptaríamos jamás. Sucumbiremos mil veces en la querella, más antes que deber a su concurrencia un triunfo que nos cubriría de oprobio y que habría de ser pagado con nuestra libertad". Y sucumbieron.
En la noche del 5 de diciembre de 1813, cerca de 2.000 patriotas evacuaron la ciudad por mar en una improvisada flotilla de buques corsarios 74. Juan de Dios, su hermana Rita, su hermano Antonio Carlos y los hijos de este último, Sebastián, Juan de la Cruz, Ana y Juana Manuela, se embarcaron en una goleta que los abandonó en la isla de Providencia, no sin que antes el capitán les robara todas sus pertenencias 75. En esa misma embarcación iban José Arrázola y Ugarte y su hijo, el teniente de infantería José Manuel Arrázola Amador.
Corrieron mejor suerte que su prima hermana Ana Pombo Amador, hija del comerciante José Ignacio de Pombo, quien murió de inanición en la costa de Panamá, donde encalló la goleta en que huían 76. Muertos, arruinados, derrotados, dispersos... así se encontraban los hijos de Cartagena tras el holocausto de 1815-1816. Y los Amador no fueron la excepción.
Notas:
* Los autores agradecen los comentarios de Haroldo Calvo Stevenson, María Teresa Ripoll de Lemaitre y Hermes Tovar.
1 "Noticia historial de la provincia de Cartagena de Indias", en Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, Bogotá, Universidad
Tomado de: BANCO DE LA REPUBLICA. Boletín Cultural y Bibliográfico N° 45
Juan Gossen remite
Barranquilla, mayo 28 de 2005
Señor
CHELO DE CASTRO C.
El Heraldo
Ciudad.
Apreciado Don Chelo:
Es más que comprensible su enfado contra esos coleguitas suyos propaladores de verdades a medias que, como ya se sabe, es la peor forma de mentir. Es que sus coleguitas, especialmente los interioranos o cachacos, para mejor entendernos, se las traen, como diría usted. Sin embargo, si escarbamos un poco en ese cascarón pomposo en que suelen envolverse, descubriremos que, más que antibarranquillerismo, del que se duele usted, estos “plumíferos” y “microfoneros” de radio o TV lo que verdaderamente exhiben es una lastimosa ignorancia, que tratan de esconder tras un manto de suficiencia huera, que por lo afectada solo mueve a la risa.
Fíjese usted, en algunos es posible que su léxico no sea mayor de treinta o cuarenta vocablos entre los cuales la palabra “mundo”, que les produce una atracción irresistible, es repetida hasta la cacofonía. Son maestros además, en la exageración idiota, se solazan fabricando “ídolos” y “figuras” donde solo su tropical imaginación percibe. Otros adoptan el talante de una estudiada pedantería que, por la solemnidad bufa que le imprimen, termina por ser patética (es que hasta para parecer pedante se requiere algo de clase); quizá imaginan que la pose pedante les da licencia para pontificar, como suelen, sobre las más ridículas trivialidades; son los mismos que también se hacen llamar “profesores” pero su máximo logro intelectual se reduce a “inventar” nuevos verbos; es así como uno oye a estos “profesores” hablando de “recepcionar”, “posicionar” y otras linduras gramaticales que para ellos deben simbolizar el “sumun” de la originalidad. No hay duda, estos “profesores”son los “creativos” del idioma. (No debemos olvidar que todo colombiano tiene la obligación de ser “creativo”).
Otros más mezclan en sus peroratas algunos giros rioplatenses en la esperanza que ello sea antídoto contra la mediocridad, el resultado es conmovedor. La gritería, el alarido, es otra de sus improntas, he escuchado las mas sonoras estupideces dichas con una altisonante suficiencia. Pero la última moda es hablar semisonreidos, (me refiero, obviamente, a los inefables de la TV. ,¿ mas, no sé, si en la radio también se estile?) esta innovación aún es un misterio para mí. ¿De donde la copiarían?¿O será que disimulan y tratan de mostrar una sonrisa inteligente?.¿Qué opina usted Don Chelo?.
Y todo lo anterior sucede en medio del más desesperante y bobalicón sonsonete oral dizque debido a que el periodismo hablado cachaco se ufana de “usar un acento neutro”. ¿Qué será eso?. Pero, ¿ para qué continuar Don Chelo? Solo que después de estas deshilvanadas glosas no puedo evitar que venga a mi memoria una definición de periodista deportivo que alguna vez leí: “Alguien que no tiene nada en la cabeza y es capaz de expresarlo”. Naturalmente, tanto para la punzante definición (como tal vez la calificaría usted) como para las otras apostillas, existen honrosas excepciones, comenzando por la suya propia, la cual, usando un lugar común, definiría como un remanso de ponderación en medio de la algarabía “profesoral”.
Finalmente es importante que con la solvencia periodística que le da su trayectoria ponga su lanza en ristre para evitar que los “microfóneros” cachacos embadurnen con su jerga relamida y babosa la brillante actuación de Rentería en el béisbol de las grandes ligas, comenzaron ya con la acostumbrada y estereotipada tontería que utilizan en el fútbol: “Los Cardenales del colombiano Rentería.”,siguieron con ¡“Rentería “ídolo” de la Liga Nacional!,”típica babosada cachaca, continuarán con una entrevista a la bisabuela del manager Tony La Russa a quién forzaran a confesar que el colombiano Rentería es el mejor paracortos de todos los tiempos o del mundo que, como vimos, es una de las palabritas que más los trastorna. Después sabrá Dios que otra “genialidad”se les ocurrirá. Aconséjeles reservar toda esa “talentosa creatividad”para ensalzar a los Juan Pablos y dejen tranquilo a Rentería quién no necesita de su cursilería “periodística” para ser “figura”.
Gossen, otra vez
VOCABULARIO FUTBOLÎSTICO
A propósito de las trasmisiones por TV de los partidos de la Copa América, debo confesar que me he sentido apabullado por tanta erudición y buen uso del idioma de que han hecho gala los comentaristas y locutores deportivos de “nuestra tele”. Hablan con tanta suficiencia, propiedad y precisión que uno quisiera poseer solo una pequeña parte de su rico vocabulario para impresionar a la novia o a las amistades y de hecho he intentado recopilar y conservar sus frases o memorizar sus palabras con el propósito de atesorarlas y en lo posible intentar culturizarme un poco utilizandolas, pero, desafortunadamente, hay algunas que no acierto a comprender y es aquí donde voy a necesitar de sus buenos oficios para que me ayude a entender su significado. Por ejemplo, ellos dicen: recepcionar, direccionar, trasporte de pelota, zona de traslado, arandibel, variante (cuando mencionan esta he notado que un jugador reemplaza a otro, es decir, se produce un cambio, pero en realidad no sé si sean sinónimos y si lo son la verdad es que la palabra cambio es muy fea, mientras variante es bella y su uso nos da, además, una idea de la agudeza mental y buen gusto de nuestros periodistas). También me impresiona cuando dicen “la noche del día anterior”, porque sospecho que se refieren a lo que nosotros los del vulgo llamamos anoche, pero que tontería llamar con una sola palabra algo que se puede hacer con seis, lo cual torna a esa noche pasada en algo poético y sobre todo hace patente la absoluta originalidad que adorna el verbo de estos comentaristas. De recepcionar y direccionar creo que son dos verbos nuevos muy necesarios que sin duda enriquecerán nuestra lengua (no entiendo porque aparecen subrayados en rojo en la pantalla de mi computador).
Parametros cachacos, segun Juan Gossen
Parametros Cachacos
Si deben referirse al Club Boca Junior de Argentina lo hacen con la palabra “xeneize”
En la discoteca personal no debe faltar un disco de Charly Garcia o Fito Paez, mejor aún de ambos.
No conciben una marcha o manifestación SIN GENTES CON LA CARA PINTADA DE BLANCO y varios participantes montados en zancos.y muchas pancartas con consignas bobaliconas.
El periodismo deportivo mundial no se “cansa” de hablar del maravilloso Montoya.
Los desquician las carreras de espermatozoides.
Construyendo Pais, Tejiendo paz, laboratorios de paz, zurciendo esperanza
Siempre han sostenido que Pancho Villa era cachaco porque su verdadero nombre fue Doroteo Arango.
Juran que la sucesora de Celia Cruz es Yolanda Rayo
Los “creativos” fauna que solo se cría en parajes andinos cuando se autocalifican la palabra mas modesta que utilizan es “genio”y cuando ésta no es suficiente usan pirobo exclusiva de la jerga cachacal.
Si deben referirse al Club Boca Junior de Argentina lo hacen con la palabra “xeneize”
En la discoteca personal no debe faltar un disco de Charly Garcia o Fito Paez, mejor aún de ambos.
No conciben una marcha o manifestación SIN GENTES CON LA CARA PINTADA DE BLANCO y varios participantes montados en zancos.y muchas pancartas con consignas bobaliconas.
El periodismo deportivo mundial no se “cansa” de hablar del maravilloso Montoya.
Los desquician las carreras de espermatozoides.
Construyendo Pais, Tejiendo paz, laboratorios de paz, zurciendo esperanza
Siempre han sostenido que Pancho Villa era cachaco porque su verdadero nombre fue Doroteo Arango.
Juran que la sucesora de Celia Cruz es Yolanda Rayo
Los “creativos” fauna que solo se cría en parajes andinos cuando se autocalifican la palabra mas modesta que utilizan es “genio”y cuando ésta no es suficiente usan pirobo exclusiva de la jerga cachacal.